6 de enero de 2024

Apuntes de la charla de Edwin

 Los vaishnavas dicen que si el mundo es real debe haber un creador que sea real. Ese creador es Isvara (Isvara significa puro poder en sánscrito). ¿Qué sería tener máximo poder? Tener la habilidad de crear universos. Isvara entonces es el creador de este universo. 

Isvara tiene cualidades (en sánscrito: gunas). Las cualidades no son propiedad sólo de la materia. Los materialistas ven cualidades en la naturaleza y todo lo que forma parte de ella (Prakriti). Pero los vaishnavas dicen que Isvara tambien tiene gunas y dentro de esas cualidades tiene rupa (que puede traducirse como belleza, también como forma).

Dios en el Antiguo Testamento tiene cualidades que son fáciles de aceptar. Es omnisciente y omnipotente. Hasta ahí todo va bien. Pero ¿tiene belleza? Si Dios posee belleza es que Dios posee forma. Y ya sabemos el rechazo de las religiones monoteístas a estos enunciados.

Los vaishnavas hablan de Bhagavan que es otro modo de nombrar a Isvara. En la palabra Bhagavan ya indica que Isvara tiene cualidades. Bhaga podría traducirse como cualidad. Bhagavan es el ser más perfecto que existe. Y si Dios es perfecto debe ser hermoso. Y si es hermoso, debe tener forma. 

En el Bhagavata Purana se indican 64 cualidades de Krishna. 

En el capítulo 11 del Bhagavad Gita, Krishna se revela ante Arjuna. Arjuna le pide que se revele ante él. Y Krishna lo hace. Se revela con todas sus formas. Pero ante tamaño descomunal despliegue Arjuna se postra ante Krishna lleno de terror. Ya no son amigos. La amistad se ha roto. Es que cuando Bhagavan se devela por completo (en toda su omnisciencia) ya no puede haber intimidad. Y si no hay intimidad no puede haber amor, Por eso los Vaishnavas recalcan más en su belleza (su forma) y no tanto en su omnisciencia. Porque si se exalta solo su onmisciencia es un Dios al que no se puede amar sino temer. Sólo queda el miedo y el amor se desvanece. Esto último me parece hermoso.

Por eso Bhagavan puede aparecerse sólo de a retazos. Y por eso hay quienes confunden a Shiva, Vishnu o Parvati como meros avatares. Pero no son avatares. Es Bhagavan aunque nunca en su totalidad. Es Bhagavan en alguna sus cualidades en particular. Por eso si uno se refiere a Cristo, un Vaishnava no tendría problemas en aceptarlo. Porque Bhagavan tiene formas ilimitadas. ¿Por qué se limitaría sólo al panteón de dioses que se conocen en la India? Y esto, amigos míos, también me resulta hermoso y conmovedor. 

3 de enero de 2024

Bhakti yoga

A mediados de diciembre fui a una charla que daba Edwin Bryant en el edificio nuevo de Puan. Podría haberla visto en el cómodo sillón de mi casa con la computadora ya que la transmitían por zoom pero para mi era importante asistir. Tomé el viaje hacia a Puan como una peregrinación. Después de todo los yoguis han hecho viajes muchísimos más largos para encontrarse con sus maestros. Un viaje a Puan tenía mucho sentido para mi. 

Perdonen una digresión que describe la clase de profesor de filosofía que es Edwin. Pueden encontrar varias de sus clases en su website de la Universidad de Rutgers:

Si tienen la posibilidad de comprender... que hay un poder mas alto que ustedes... Es que es tan obvio. ¿Cómo podríamos ser nosotros la última verdad? Estamos en maia (ilusión), amigos míos, y vamos a tener un montón de problemas tratando de explicar maia. ¿Qué es esto... maia? ¿Qué significa? ¿Quieres hablar de filosofía, o no? Necesitamos honestidad y humildad para comprender que hay un poder más alto que nosotros mismos. ¿Quieres ser un racionalista? Hay un orgullo allí. Es un tipo de orgullo. Te vas a colgar de tu intelecto... vas a navegar este Samsara desde tu ego, bueno, buena suerte con eso. Volvé en un par de vidas y fijate como te va.

(La traducción es mía)

Por suerte hay muchos, muchos, muchos caminos. Porque la gracia es que todos nos encontremos al final con Bhagavan. Dicen los hinduistas que Bhagavan sólo quiere nuestro amor. Pero incluso si nuestro deseo es perdernos en este mundo de placeres y engaños, no hay ningún problema, podemos vagabundear por este Samsara por miles y miles de vidas. Nadie se enoja con nosotros ni nos manda al infierno. Simplemente seguiremos enredados en esta telaraña de vidas entretejidas donde el deseo, el amor y la violencia florecen. Pero si queremos liberarnos del Samsara podemos elegir jugar con Bhagavan por toda la eternidad y disfrutar de su dicha. 

Hay quienes no buscan a Bhagavan, no creen en su existencia, no se inmutan con la idea de un ser superior. No pasa nada. Bhagavan no se inmuta si no creés en su existencia. No hay una tragedia aquí. Incluso si creés en otros dioses, Bhagavan te da la fe para que veneres esos otros dioses. Está todo bien.

Con esta aseveración, disculpen, me hice fan de Bhagavan. 

13 de noviembre de 2023

La era del hielo

En la película Puan hay un momento en que Marcelo, el profe de filosofía está explicando la parábola del erizo de Schopenhauer. 
Comienza haciendo la mímica del viento, hace unos sonidos con la boca indicando una gran tormenta y luego le pide a sus alumnos que imaginen que afuera hace muchísimo frío y hay dos puercoespines que se encuentran con una gran necesidad de darse calor mutuamente. Para ese fin buscan la proximidad de sus cuerpos pero cuanto más se acercan, más dolor se causan por las púas que tienen. Y ahí está el dilema: morirse congelados y solos o acercarse, darse calor y... lastimarse. Van, entonces, cambiando la distancia hasta que encuentran la separación óptima (la más soportable) para darse calor pero no herirse. 
Y entonces remata: esa es la distancia entre ustedes y el Estado.

11 de junio de 2023

¡Qué bien que hicimos en venir!

Ya estamos en junio, hace un frío de cagarse y estamos yendo a ver a Jaime Roos con nuestra amiga Pixie que cumplió años y se autoregaló este recital inmenso. Hacía ocho años que el tipo no tocaba en Buenos Aires. Llegamos temprano y hay una piba tocando en el escenario. Se llama Noelia Recalde y es hermoso lo que hace. Ella solita, con una guitarra conmueve y nos hace amable la espera. El Luna se empieza a llenar. Afuera hace mucho frío pero adentro el amor al candombe genera un calorcito especial. Pasadas las 21 empieza el show. El público bate palmas al ritmo del candombe y nosotros nos sumamos con devoción. Jaime arranca con "Los futuros murguistas". La banda está completa. Reconocemos a los hermanos Ibarburu. Nico, el "pibe guitarra" que a los veinte años era un pibito que la rompía en el escenario. Hoy, veinte años después, es un "señor" como nosotros y la sigue rompiendo. El hermano, Martín Ibarburu en la batería no se queda atrás. Todos están hermosos, brillantes. Nos sumergimos en el mundo musical de Jaime Roos, ese ensamble espectacular y muy particular de rock, murga y candombe. ¡Qué bien que hicimos en venir!, exclama Ana emocionadísima. Y dan ganas de abrazarnos, de bailar. Se nos vienen al recuerdo esos años de ir a Uruguay a escuchar los tablados en Carnaval, febreros de cruzar con el Eladia Isabel a Colonia, tomarse un bus a Montevideo, estar tres, cuatro días, luego volver. Pero esta noche es un regalo, un hermoso regalo de este artista inmenso que nos regala una a una sus perlas. Toda una retrospectiva de canciones que amamos y que hace que esa masa de gente que es el público se amalgame en el amor a la música. 

Qué bien que hicimos en ir, che, qué bien. 

7 de abril de 2023

Cumplir un sueño

Dormimos unas horas pero el jet lag del primer día te embriaga. ¿O es el amor? ¿O es la adrenalina? ¿Por qué no vinimos antes? ¿Qué era lo que nos retenía de saltar un océano y salir de la periferia? Eso ya no importa, se va desvaneciendo en esta incómoda sensación de caminar las ramblas de Barcelona y sentir la muchedumbre de la semana santa española. La ola de gente te empuja pero estamos tan borrachos de sueño que no nos importa, nos dejamos llevar. Hay una musiquita que suena en mis oídos y que sonaba en el avión de ida. Mi cerebro no para.

Vamos a comer a un lugarcito cerca del hotel donde estamos parando. Se llama APZ. Está bien ranqueado en google. Es un lugarcito muy pequeño, en el barrio gótico atendido por su propio dueño. Los que almuerzan allí son gente habitual, casi no hay turistas. Me dejo llevar por el acento. Qué lindo como hablan todos. Nos traen aceitunas y pan para picar. El pan es increíble y las aceitunas... mi paladar se despierta. Hay menú. Primer plato: paella. Segundo plato: lenguado. Lo miro a Nico con los ojos abiertos como platos. ¿Primer plato paella? Sí, me dice, pero es una paella chiquita. Y sino pedite una ensalada. Pido la ensalada y de segundo el lenguado. Quiero probar todos los pescados que pueda. Llegan los primeros platos: paella para él, ensalada para mí. Mi ensalada tiene al atún más delicioso que probé en mi vida. Los españoles no cortan el tomate, te lo sirven en bocados enormes. La lechuga es fresquísima, crujiente. Quiero comer así todos los días, le digo a  Nico. Esto no es nada, me dice. Vas a ver lo que es comer en España. 

Caminamos como borrachos pero ahora con la panza feliz. Quiero ver el mar, le digo a Nico. Está para allá, me dice. Rumbeamos al mar pero en vez de mar hay un puerto y se ve una franjita de agua chiquita. Para ver el mar de verdad hay que irse del centro. Ya vas a ver el mar, me dice Nico. Volvemos y la gente nos empuja, Encuentro un paraguas colgado en una esquina de la rambla y le saco una foto. 

¿Vamos a ver la casa Batlló? ¿La de Gaudí? Nos metemos en el Paseo de Gracia. Ahí me estalla el corazón de la belleza. Miro las farolas, los bancos para sentarse. Todo es modernismo catalán. Esas formas redondeadas que invitan a la felicidad. La casa Batlló está llena de gente. Un mar de personas en la puerta de entrada. Sale 50 euros entrar a la casa. Volvemos. No importa, Quien necesita ver una casa si puede ver una ciudad donde Gaudí esta por todas partes. 

Por la noche ceno las primeras tapas de mi vida. Hasta hoy nunca había comprendido el concepto de lo que es una tapa. En Buenos Aires no existe el concepto. Croquetas, tortillas, cornalitos, aceitunas. Lo acompañamos con unas cañas. Y luego el sueño nos vence.

6 de abril de 2023

Luna de miel

Lo primero fue el aeropuerto de Barcelona, plena madrugada para Europa (nosotros estábamos cursando la medianoche), la cola de los que no éramos europeos y tener demostrar que no somos migrantes sino turistas que venimos a conocer un país. ¿Vais a quedaros un mes? Mostramos el pasaje de avión de vuelta, las reservas de los hoteles. ¿Vais a ir a Andalucía? Al policía se le iluminaron los ojos por el recuerdo del sol del sur de España. Y yo que nunca había visto que a un policía se le iluminaran los ojos en el ejercicio de su trabajo mucho después supe por qué. El sol en Andalucía en primavera es lo más maravilloso del mundo que conocí hasta hoy.

Lo segundo fueron los 9 grados con los que nos recibió la primavera de España. Veníamos de los 25 grados del incipiente otoño en Buenos Aires sin contar además con las olas de calor de marzo que habían azotado la semana previa a nuestro casamiento. A último momento antes de ir a Ezeiza había manoteado un abrigo "por las dudas". Apenas salimos del aeropuerto abrimos las valijas y nos cubrimos con el poco abrigo que habíamos traído. El aire nuevo y la luna fría nos recibió con un manto de piedad. Bien, algo era conocido. Como no habíamos contratado roaming teníamos los celulares muertos. Ninguna señal. Sólo marcaban la hora local y la hora de nuestro allá que se había quedado del otro lado del Atlántico, bien al sur, mucho más al sur de lo que ningún andaluz se puede imaginar. Reconocer que somos australes empezando a caminar un centro.

Lo tercero: el aerobus que te saca del aeropuerto y te lleva a la ciudad. Las luces, el olor a nuevo. El aerobus tiene wifi y aprovechamos a actualizar el estado de situación. Enviamos mensajes a la familia: ¡llegamos bien! Bajamos en plaza Catalunia que está silenciosa y vacía salvo por algunos turistas como nosotros que intentan ubicarse. Empezamos a caminar deslizando el equipaje por sus cuatro rueditas que giran perfecto. Todo es fácil... ahora comprendo perfecto la frase que dice: "todo va sobre ruedas".

Lo Cuarto: el viaje fue largo, casi 13 horas en un avión. Llegamos al hotel y aun no han cambiado la guardia. El hombre nos dice que hemos llegado muy temprano, que el check in es a las 15. Son las 6:30 am. Afuera sigue siendo de noche. Estamos tan felices de haber llegado que no nos importa. Nos acomodamos con nuestros bártulos en unos sillones. Adentro del hotel se está calentito, la energía se siente lenta, adormilada. A los 15 minutos entran las recepcionistas de la mañana. El aire cambia. Una señorita se nos acerca y nos dice que hay una habitación lista para nosotros. Eficiencia. La mañana entra en el cuerpo. Listo. Llegamos.

28 de marzo de 2023

Wichi Tai To

La canción que elegimos para entrar a la fiesta de nuestro casamiento es una canción llamada Wichi tai to. Un día mientras estábamos dando vueltas con el auto, nuestro Spotify nos puso este tema versionado por Brewer & Shipley y simplemente alucinamos. ¿Y si entramos con esta canción a la fiesta? ¿Y si la usamos para hacer una ceremonia? Se nos aceleró el corazón como cuando pasa que escuchás una canción que te llena el alma. No podíamos parar de tararear una letra que no entendíamos pero que se nos había quedado grabada en el alma.
Buscamos la letra para tratar de entender qué era lo que nos había llegado tan profundo. Y encontramos esto:

Witchi-tie-to, gimee rah
Whoa rah neeko, whoa rah neeko
Hey ney, hey ney, no way

Water spirit feelin'
Springin' round my head
Makes me feel glad
That I'm not dead

La canción que tiene orígenes en los indios nativos norteamericanos tenía diferentes traducciones aunque todos se ponían de acuerdo en que nadie sabía muy bien lo que significaba. La parte en inglés aclara un poco cuando dice que "espíritus del agua bailan alrededor de mi cabeza/ me hacen sentir feliz por no estar muerto".
La canción nos pareció perfecta.

18 de marzo de 2023

Norita


Norita mira a la cámara y se ríe.
Mamá me mira desde la cama de hospital. Le tomo de las manos. Le digo que la amo. Que la voy a amar siempre.Norita tiene arena en las manos. La arena se le escapa, como el tiempo, como a todos.
Mamá tiene sus manos entrelazadas con las mías. Acá no hay tiempo. Sólo palabras.
Me dice con un hilo de voz: no sé que tengo que hacer.
Norita supo siempre lo que tenía que hacer. Siempre supo. Es una sobreviviente. Dio vuelta su historia. Hizo lo que le dijeron que nunca iba a poder hacer.
Mamá me repite: yo no sé... no sé...
No saber está bien, mamá.
No mires más a la cámara. Mirá hacia adentro. Acá, le digo. Y le toco el centro del pecho.
Acordate de tu canción, mamá. ¿Te acordás de tu canción?
La de las golondrinas, me dice.
La de las golondrinas.

18 de enero de 2023

Empírico

 Mi amiga Ana empezó a tomar clases de yoga en Martínez. Ayer luego de la clase la invité  a caminar hacia La Lucila por un camino muy hermoso que hay al costadito del tren. Entre árboles y plantas hablamos un poco de lo que va descubriendo en las clases y de otras clases que ha tomado con otros profes. Me cuenta que a ella por ahora le va mejor con lo dinámico que con lo estático y que el concepto de vinyasa la ayuda a encontrarse mejor en las asanas. No me lo dice con estas palabras pero la idea es esa. Descubrir que no es lo mismo entrar y salir de un asana de cualquier manera sino que los movimientos junto con la respiración tienen un objetivo, un propósito para crear la mejor geometría posible para el cuerpo de cada uno. 

Me da mucha alegría cuando el relato de los que practican se condice con lo que Patanjali nos cuenta en sus Yoga Sutras.   

17 de enero de 2023

ejercitarnos

Dice Roque Farrán con una claridad envidiable: 

Para orientarnos en lo real propongo ejercitarnos en relación a cuatro tópicos:

1. Con respecto a la naturaleza: todos los seres somos parte de una misma sustancia infinita que se transforma incesantemente, no ocupamos ningún lugar privilegiado en relación al conjunto; nuestras partes se disolverán y entrarán en composición con otros seres, oportunamente, así como nosotros provenimos también de otros.
2. Con respecto a la muerte: como todos los seres cumplimos un proceso vital de composición y descomposición natural, no hay que apegarse demasiado ni sufrir por el tiempo que nos toca en suerte, sino aprovechar cada momento y disfrutar lo más que podamos; vivir cada conjunción y disyunción como una pequeña muerte.
3. Con respecto al presente: es el único tiempo que poseemos, el instante evanescente, el pasado y el futuro son inciertos; del primero solo importan las tradiciones, legados y saberes que usaremos a nuestro modo; del segundo solo la certeza de que no somos inmortales y un uso materialista de la imaginación acotada en función de estos tópicos.
4. Con respecto a nosotros mismos y los otros: lo único que importa es alcanzar la imperturbabilidad del alma, el ejercicio templado de las virtudes, así como actuar con justicia y benevolencia; no importan en absoluto las opiniones, valoraciones sociales y suposiciones respecto a los otros.

16 de enero de 2023

Esperanza torpe

Ya saben: esto que voy a decir cansa, aburre, no va a servir para salvar a nadie.
Necesitamos que la actitud sea colectiva, que haya políticas de Estado, o mejor aún, políticas mundiales pero... nada que vaya a suceder a corto plazo. Leí una nota sobre la capa de ozono que estaría restaurada para el 2050 y mi primer pensamiento fue: qué bien, la radiación no va a matarnos aunque quizás ya estamos todos muertos por otras catástrofes que aún no se han tomado en cuenta con la misma seriedad que lo que aconteció con la capa de ozono. Es que lo groso de la capa de ozono es que sí es posible restaurar la naturaleza si la acción es colectiva y no proviene sólo de acciones individuales. Sí es posible si los países llegan a un acuerdo y se decide abandonar prácticas que son dañinas para el planeta.
Pero como nada de esto sucede y los países que bien podrían dejar de tirar su mierda bajo la alfombra de países pobres no lo hacen y los países pobres hacen cualquiera porque quieren salir de su pobreza a costa de reventar la tierra (tal como lo han hecho los que hoy son ricos) vuelvo a un nuevo intento de superar mi neurosis a través del... reciclaje.
Juego a que lo hago como puedo. Hace años que separo plásticos, vidrios, metal, papel. Cuando tengo tiempo y mente disponible armo las botellas del amor (un nombre absurdo porque lo que hay adentro de esa botella es todo menos amor sino plásticos de un sólo uso).
Este año decidí tomármelo en serio como una apuesta. No tiene que ver con salvar nada (sé que mi mini pequeña acción se disuelve en la nada misma cuando un tipo como Jeff Bezos lanza al espacio cohetes para super millonarios o cuando, por ejemplo, se está librando una guerra en Europa del Este de la cual ya nadie habla).
Una vez una paciente de shiatsu me dijo que no había nada más espantoso que la caca de perro envuelta en plástico y tirada a la basura. Caca de perro + plástico, ¿no es como un horror? Me lo dijo hace unos años pero yo durante bastante tiempo más seguí levantando la caca del gato (cuando hace en el jardín) con una bolsita de plástico de un sólo uso porque no se me ocurría otro modo y porque... así estaba configurada mi mente. Imagino todas las mentes configuradas así: caca de perro + plástico. ¿Cuánto lleva desandar esa configuración sin que el sistema reviente?
Ya saben. Cada cual hace con su neurosis lo que puede. Yo armo esas botellas en ese afán ridículo de sentir que algo estoy haciendo. A veces me creo esto de las pequeñas acciones, lo del impacto de las alas de la mariposa del otro lado del océano. Bato mis alas con esperanza torpe. Un mini desplegar, un viento tímido y un rezo de que esa brisa no muera.

13 de enero de 2023

En busca de la construcción de un sentido (o varios)

El año pasado nos comunicaron desde la dirección de la universidad privada donde trabajo que la materia que damos desde el 2006 no va a existir más en el nuevo plan de estudios. Nos reasignaron una materia nueva cuyo nombre es tan amplio que puede abarcar prácticamente lo que uno quiera dar. Todo depende del enfoque o del punto de vista. 
Empezamos a buscar bibliografía. Nos dieron un plan de estudios con la posibilidad de ir cambiándolo de acuerdo a nuestros intereses. Como la materia es optativa nadie nos pone un límite muy preciso. A mí se me ocurrió que quiero dar Foucault, que quiero aprender más sobre biopolítica y leer autores como Paul Preciado. 
Este enero viene así. Con la nariz en mi biblioteca y en las bibliotecas de amigues (esto es lo más divertido). Con un pie adentro y afuera de la academia, tirando apuntes viejos de la facultad que guardé pensando que me iban a servir de algo y veinte años después veo que mis intereses han cambiado. Con la interdisciplinariedad al palo. 


6 de enero de 2023

Mi regalo de Reyes

 Hoy, hace exactamente un año, un dermatólogo me dijo que me tenía que sacar un lunar de manera urgente. Resultó ser un melanoma in situ. Tuviste mucha suerte, me dijo el cirujano cuando pasó todo. Fue mi regalo de reyes. Que fuera in situ, que no se hubiera expandido, que se hubiera quedado en un lugar. 

Todo el 2022 fue un año de de controlar mis nevos (que son muchos). A los largo de todo el año pasado me terminé sacando de manera preventiva 5 nevos más y todos resultaron benignos. Me compré un buen protector pantalla 50 para la cara y otro para el cuerpo. Aprendí de cremas y horarios para exponerse al sol. Ahora soy de esas personas que tienen una rutina de piel. 

Amo el sol y lo voy a seguir amando siempre. Me pone feliz sentir el sol en la piel. Pero hay ciertos límites. El sol a determinadas horas del día lastima mucho. Entonces lo amo pero desde lejos. Como esos amores platónicos que no se dan en el plano físico. El fuego es maravilloso pero uno no va y pone las manos en el fuego, ¿no? Entendí que durante mucho tiempo expuse mi piel al fuego. El cáncer de piel en algún punto es cultural. Creemos que una piel bronceada es una piel saludable. Pero no. Una piel bronceada es una piel que se defiende. Nada más. Lo demás es moda. 

Entonces pienso que ya no quiero defenderme. No quiero vivir defendiéndome todo el tiempo. Adiós al bronceado. Bienvenidos los nevos que me lo recuerdan día a día. El descubrimiento de la piel fue un regalo. Mi regalo de Reyes.


3 de enero de 2023

Sancle

Entre Navidad y Año Nuevo nos fuimos unos días al mar. En realidad nos fuimos acá nomás, a Sancle, una mezcla de mar y río marrón. Fue un poco improvisado como todo lo que vamos haciendo. Con N estamos aprendiendo a que algunas cosas está bueno organizarlas con tiempo y otras... bueno, salen de sopetón. Por lo general nos salen bien así que no hay mucho drama con eso. Conseguimos una habitación de hotel frente al mar de Sancle. Ya les dije, mar marrón, sal con agua de río, playa inmensa con arena gruesa, cascotes, almejas y horizonte de punta a punta. En Sancle vos caminás y no te movés porque el paisaje siempre es el mismo. 

Durante esos días nos levantamos muy temprano. Pantalla solar factor 50 y salíamos a caminar por la playa. Inmensidad total. Luego de caminar un buen rato volvíamos al auto y bajábamos reposeras, un bolso, toallas y libros y nos quedábamos otro rato más disfrutando la playa que se iba llenando. Yo aprovechaba para zambullirme en el mar y quedarme nadando un rato. Había pocas olas y el mar estaba buenito. 

Fiaca, descanso, libros. Libros, muchos libros. Trajimos más libros que días. Almorzábamos en algún bolichito de la principal (carne o mariscos) y luego siestaza hasta las cuatro y media que volvíamos a dar otro paseo por la playa. Ni un sólo días prendimos la televisión. Nos olvidamos de que eran los últimos días del año. El tiempo volvió a ser dulce. 

En esos cuatro días terminé de leer El proyecto Esposa de Graeme Simsion, Sed de Amelie Nothomb, Bueno, aquí estamos de Graham Swift y Los llanos de Federico Falco. Todos excelentes. Leer fue fácil y llevadero. Volví con el impulso de las palabras. Así arranqué el año nuevo. Sin darme cuenta casi. Una bendición, la verdad. 

31 de diciembre de 2022

Amar la forma es amar los finales, dice Louise Glück

Todo lo sólido se desvanece en el aire, escribió Marshall Berman en un libro que recuerdo como uno de mis libros de cabecera a fin del siglo pasado. Mi vida se desintegraba y volvía a integrarse en un santiamén. La experiencia se volvía tan liviana como una canción digital. Pero desintegrarse también equivalía a renovarse. Siempre estaba ese plus, esa salida, ese resurgir del ave fénix.
Pasaron los años y pasaron cada vez más rápido. Hoy siento que es algo sorprendente haber vivido el final del siglo XX, el comienzo del siglo XXI con estos años que tengo, esta juventud "madura" por así decirlo. Me lleva a sentir que algo comprendo, que está bien que no comprenda todo, que la experiencia es personal pero que el sueño es colectivo.
¿Qué puedo decir de este año? Que a veces se sintió como una canción en random, a veces parecía que el disco saltaba, hubo algunos silencios y a veces aparecía un tema de esos que no parás de tararear.
También hubo muchas primeras veces luego de la pandemia. Primera vez de ir al cine, de ir al teatro, de caminar la ciudad de punta a punta, de dar muchísimas clases presenciales, de besar en la mejilla, abrazar, sentir los cuerpos de los otros. Primera vez de ir a comer afuera a un lugar cerrado, de ir al CCK, de escuchar un recital en vivo, de que alguien se case, de que alguien se separe, de volver a dar incontables sesiones de shiatsu en mi consultorio, de tomar mate compartido con otro ser humano, de intercambiar con mis compas de shiatsu, de tomar nuevos seminarios, de descubrir la piel.
Todo sigue girando para nosotros. Todo sigue su curso y aún así todo esto se desvanecerá en el aire. Brindo por todos los que tenemos un cuerpo sintiente. Brindo por la maravilla de sentir.
¡Feliz año nuevo, amigos!
Feliz año nuevo.

15 de diciembre de 2022

Terrestre

El chico de las verduras acomoda las papas en una bolsa de plástico. 

-No, no, ¿por qué?... Si te di una bolsa de tela.. ¡No me des bolsas de plástico!

-Sí, pasa que las papas ensucian tu bolsa. 

-No pasa nada, si está para que se ensucie. Después se lava. O no... ¡no importa! ¡Es tierra!

-Bueno, la podés usar para el tachito del baño. 

-Vos no te preocupes por mi tachito del baño, está perfectamente. 

-Pasa que acá hay mujeres que no les gusta, se vuelven locas si les mancho la bolsa o el changuito. 

-Ahí vos les tenés que decir que es por el planeta. 

-No, no les gusta. No sabés el quilombo que me hacen. 

-Bueno, vos les decís que no hay que usar plásticos de un sólo uso. Que si quieren que siga existiendo la vida en este planeta que se acostumbren a tener un poco de tierra en sus bolsas de la compra. Que la tierra hace bien a la microbiota intestinal. Deciles eso.  

Me mira como si yo fuera un extraterrestre pero nunca fui más terrestre que en este momento. Los que no quieren tierra en sus bolsas son los extraterrestres. No yo. 

13 de diciembre de 2022

Gender

 Hablaba sin parar por su celular con el dispositivo entre las tetas. Tenía el pelo suelto, renegrido, cepillado con esmero. Estaba maquillada con mucha dedicación: labios de un color brillante que resaltaba la forma de su boca y los ojos bien delineados. Su cara era bonita pero de rasgos fuertes. La voz de su amiga salía por el dispositivo y se mezclaba con el run run del motor del bondi. Hablaban fuerte sobre un turno que iba a sacar en el hospital, que iban a ser dos meses de espera, algo que le había dicho el cirujano y no sé que más. 

El colectivo dobló y nos bajamos en la misma parada. Una señora que bajó junto con nosotras me tocó el hombro y señalándola me dijo:

-Es un hombre, ¿no?

-No, señora, es una chica trans. 

2 de diciembre de 2022

Genocidiar grillos topo

Hace años que mi jardín no recibía veneno de ningún tipo. Si había cochinilla, venían las hormigas y se ocupaban. Si había pulgones, venían los pájaros y se los comían. Pero con los grillos-topo no hubo depredador natural que alcance. Ellos ganaron por lejos. Se fueron comiendo la grama y los yuyos ganaron espacio. El jardín se convirtió en un restaurante abierto las 24 horas. Mi gata cazaba de vez en cuando alguno pero se ve que eran muchos. Esta primavera descubrimos que el jardín era un concierto de grillos-topo. Se los escuchaba cantar debajo de la tierra. Yo me los imaginaba cavando, cantando, comiendo y divirtiéndose a lo loco. 
Como estoy decidida a volver a tener un jardín "disciplinado" averigüé qué se podía hacer para volver a recuperar el pasto. Algunos de los que me conocen ya saben la historia de por qué no quise poner grama bahiana y me quedé con el gramillón argentino. Eso fue hace 15 años. A lo largo de estos años el gramillón le dio paso a otros pastos que trajeron los pájaros. A mi esa mezcla me encantó desde siempre. También permitió que creciera el diente de león que yo voy cosechando para mis infusiones de pseudo brujita. A veces aparecen frutillitas salvajes, dichondra y otras maravillas que no soy capaz de nombrar. 
Finalmente me recomendaron un polvo mata grillo-topo que es tolerable para las aves pero que no es recomendable tirar cerca del agua. O sea, ES tóxico. No es tan tóxico pero me tengo que poner guantes de goma y barbijo. No es tan tóxico pero no debo dejar salir al gato. En fin. Compré el polvo y esperé a que hubiera un pronóstico de lluvia. Entre otras cosas, es muy importante regar o que la propia lluvia disuelva los gránulos y que la tierra los absorba de modo que llegue hasta donde están los grillos-topo. El miércoles parecía que se iba a caer el mundo así que me enfundé en mi traje de genocida. Pantalones largos, botas, guantes, barbijo, lentes. Espolvoreé el jardín con los gránulos de la muerte y luego con la manguera fui regando despacito para que la tierra los fuera absorbiendo. Cayeron cuatro gotas locas y los grillos-topo seguían cantando como si nada. La gata quedó encerrada adentro y yo me dispuse a esperar. El jueves a la madrugada llovió muchísimo. Me desperté con el ruido del agua golpeando la persiana. Pensé un segundo en los grillos-topo cavando, comiendo, cantando...muriendo. Luego volví a dormirme.
Por la mañana salí al jardín. El verde era incandescente, las plantas respiraban, los pájaros cantaban  pero debajo de la tierra había un silencio de muerte y a mi me dio tristeza. Las incongruencias de una misma. 

29 de noviembre de 2022

Analogías varias

Estoy segura de que la mayoría de las personas que viven en casas tienen alguna humedad que no han sabido o no han podido resolver. Pienso que si alguien tiene la casa inmaculada sin ninguna humedad es porque a) sabe cómo arreglarla, b) tiene personas idóneas que saben arreglarla, c) tiene plata y puede pagar una mano de obra que la arregle, d) tiene disponibilidad y tiempo para encarar una obra dentro de su casa sin que le dispare una neurosis. En realidad, debe haber más causas, yo sólo estoy enumerando las que por mi experiencia se me ocurren a mí. Ustedes seguramente conocerán otras razones.  
Cuestión que me propuse arreglar las humedades de mi casa. Di con la persona indicada para esta tarea un poco porque "me lo mandaron". Gratitud total. Mi techista es un obsesivo de esos que no pueden dejar un trabajo mal hecho. Si hay que pintar con dos manos de pintura, él pinta con cuatro. Durante todo este año, siempre respetando los ciclos de la naturaleza, fuimos arreglando primero el techo de tejas, luego la medianera (que era inmensa y estaba mirame y no me toques), luego impermeabilizar la terraza  y todo eso para poder encarar una humedad que tenía en mi cuarto de shiatsu. 

Ayer Mariano picó la bendita pared. Cayó de todo. Pintura, yeso, cemento. Llegó como él dice: "hasta el hueso". En alguna parte incluso se ve el ladrillo. Se ve incluso como los que construyeron esta casa no cementaron hasta arriba. Mandaron yeso en vez de cemento. Y como cayó agua, el yeso se pudrió y cayó todo. Lo que no esta bien, no se sostiene. Si trabajás con materiales equivocados tarde o temprano la estructura se desmorona. En una casa dalo por seguro pero en la vida también
 
 

19 de noviembre de 2022

Pena de morir

“Mi abuela, ya levantada antes que todos, me daba una gran taza de café con trozos de pan y me preguntaba si había dormido bien. Si le contaba algún mal sueño nacido de las historias del abuelo, ella siempre me tranquilizaba: No hagas caso, en sueños no hay firmeza. Pensaba entonces que ella, aunque también fuese una mujer muy sabia, no alcanzaba las alturas de mi abuelo, que tumbado debajo de la higuera, con el nieto José al lado, era capaz de poner el universo en movimiento apenas con dos palabras. Muchos años después, cuando él ya se había ido de este mundo y yo era un hombre hecho, vine a comprender que también la abuela creía en los sueños. Otra cosa no podría significar que una noche sentada ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores, hubiese dicho estas palabras: El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir. No dijo miedo de morir, dijo pena de morir, como si la vida de pesado y continuo trabajo que había sido la suya, en aquel momento casi final, estuviera recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada, justo allí en su casa, tan especial en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de dormir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bello, gente como mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver”.

José Saramago | «De cómo un personaje llegó a ser el maestro y el autor su aprendiz» Tomado de Literatura 451.

27 de octubre de 2022

Una red MUY normal

"yo me acuerdo la sorpresa de ver cómo las redes (los blogs) cambiaban mi manera de pensar, todo era relato. ahora capaz todo es meme, no estoy segura pero a veces pienso en meme"

Ni me acuerdo donde leí esto pero sé por qué lo guardé. Que me disculpe el autor de tales palabras al que hoy no puedo identificar aunque en definitiva todo es intertextualidad. La autoría es una de esas nociones que empezaron a caer con Barthes y su "De la obra al texto". ¿Qué hubiera escrito Barthes en la era de la internet?

A veces me pregunto qué sentido tiene escribir un blog personal. No tengo idea de quien lee estas páginas. Pienso en el sentido de escribir en internet, en la internet de hoy donde si algo no está monetizado no existe. Como han cambiado las prácticas de escritura hoy en día. Todo se ha vuelto fotográfico, instragrameable, tiktokeable. El texto tiene más lugar en los hilos de twitter pero aún así, ese formato lo va reduciendo, cortando, retaceando. Barthes tenía razón. No hay obras ni autores. Como dice la cita de arriba que ya no sé quien la escribió: el texto se va convirtiendo en meme. 

Los caducos que han quedado en fb no se dan cuenta ( o sí, se dan cuenta) de que le hablan al algoritmo que se sigue alimentando de los pensamientos e intentos de conectar con los otros. Nadie influye a nadie. Es el algoritmo el que decide levantar a unos y enmudecer a otros.

La IA, señores, ya está aquí. No necesitaban un chip. El chip es nuestro cerebro que ya no puede pensar en otro formato que no sea una red social de mierda.

18 de octubre de 2022

Argentina 1985

Fuimos a ver Argentina 1985 de Santiago Mitre. Elegimos esta película para volver a las salas de cine luego de tres años pandémicos. Creo que la última vez que habíamos pisado una sala fue para ver Guasón. Cuento esto porque no es un detalle menor. Decidimos ir a ver esta película en vez de verla en la intimidad de una pantalla y no justamente buscando la pantalla gigante ni el sonido fabuloso sino para volver a vivir la experiencia de compartir una sala con los demás espectadores.


La película me gustó. Creo que Santiago Mitre encontró la forma de no caer en un panfleto y eso ya es un montón. Las actuaciones estuvieron muy bien, no hubo los típicos casos de sobreactuación que a veces se dan en las películas argentinas. El tema que toca tiene un valor sustancial porque el público se renueva y las nuevas generaciones necesitan conocer la historia de los juicios a la Juntas Militares.


Cada uno sabrá como le pega esta historia en lo personal. En lo colectivo creo que es muy necesaria. Me sorprendió que un lunes por la noche la sala estuviera casi llena. Había múltiples edades y muchos de nosotros nos estremecimos con el Señores jueces, NUNCA MÁS. Lo sé porque se escuchó un murmullo en la sala, un Nunca más murmurado por labios que venían de la sala, no de la película. Señores jueces, NUNCA MÁS es una frase que circula en la memoria, circula en el inconsciente argentino aunque nos quieran hacer creer lo contrario.  

21 de septiembre de 2022

Qué

 Me despierto. La pulsión es tragar. Obligo a mi garganta a desarmar el nudo y sin querer lo desparramo. Algo se queja, el pulmón se sacude, las costillas suenan, la cabeza se calienta. Una fragua, eso es mi cuerpo. Una fragua que quiere restituir el equilibrio perdido. Dónde fue. Cómo fue. Qué comí, toqué, amé, palpé que me enfermó. 

19 de septiembre de 2022

Ferréz

Hoy terminé de leer Dios se fue a almorzar de Ferréz. 
Capitulitos cortos, una escritura extraña, registros que se mezclan, una primera persona que alterna con una tercera persona a un ritmo sorprendente, un personaje que no tiene nada de interesante (aunque por momentos aparece la voz de una conciencia), que no hace ni dice nada interesante porque podría ser cualquier transeúnte de esos que van a trabajar a una oficina y se ocupan de archivar cosas (el portal es un archivo también, todo al final en esta vida es un archivo que puede encontrarse en un cajón). 
A Calixto la vida le sale mal y, sin embargo justamente porque la vida le sale mal, los días se le llenan de poesía. Como si sólo en el error pudieran aparecer ciertos destellos de belleza. En el transcurso del relato uno espera que alguien tenga un gesto afectuoso, humano con este personaje. Pero nada. Todo es un sinfín de cafés recalentados, papeles sucios, platos enmohecidos, una casa que se viene abajo, una esposa desencantada, la separación, la nena que no ve nunca, fotos rotas, espejos deformes, copias de cds, dvds, revistas, copias, copias, ni hombre ni original, como cuando un hombre se le acerca en un bar y le pide que le compre algo, un trago, necesita beber pero que sin embargo empieza escupir palabra tras palabra: "Calixto, vos no existís, sos un personaje, poco creativo, anticuado, melodramático, vas a ser editado, hijo de puta, te van a cambiar porque no sos original, ni hombre ni original, ni hombre ni original".
Eso: vas a ser editado. ¿No es un miedo que nos sucede a todos?

23 de agosto de 2022

Sólo por hoy

Ayer estaba enojada. Me daba cuenta, perfectamente cuenta de que estaba enojada. Y sin embargo, no había caso. Dejé que el enojo me embargara, me arrugara la frente, el entrecejo, dejé que me cerrara los puños, las mandíbulas. Chas, chas, chas. Un chasquido y la paloma quedaba atrapada entre mis dientes. Ayer era un sabueso buscando mi presa.
Qué maravilla cuando se disuelve el enojo. Qué maravilla. Me acuerdo de esa vez que Emiliano nos contó los cinco principios del reiki. ¡Tantos años de eso! Sólo por hoy. Sólo por hoy no estés enojado. Sólo por hoy no te preocupes. Sólo por hoy honrá a tus maestros, a tus padres, a tus ancianos. Sólo por hoy ganate la vida honestamente. Sólo por hoy, respetá la vida de todos los seres vivientes. Puf.
Qué maravilla el hoy. Qué maravilla.

19 de agosto de 2022

En contra

¿Cuidar es alejarse? En un contexto como el que venimos viviendo desde el 2020 parecería que sí. Pero va en contra de la pura intuición. No se enojen tanto con los que no pueden mantener distancia.

18 de agosto de 2022

(in)cómoda

No son ni las seis de la mañana pero de pronto me desperté. Aún es de noche, la gata ronronea pidiendo salir, la cama está cálida y el frío muerde allí afuera pero el dolor de cuello es intenso, me impulsa a salir de un lugar cómodo. (No es acaso eso lo que siempre hizo el dolor conmigo? Sacarme de un lugar cómodo para ir en busca de un afuera no conocido).

9 de agosto de 2022

Qué ves?

Terminé de leer El ministerio de la felicidad de Arundhati Roy. Cada vez que me preguntan si fui a India o si tengo intenciones de ir a India siempre me acuerdo de esta escritora y de su prodigiosa forma de narrar la situación caótica e injusta que vive su país. Es sabido que los seres humanos tenemos esa capacidad de ver lo que queremos ver, interpretar según nuestra cosmovisión del mundo. Algunos ven el río Ganjes como un río sagrado y no ven la polución, la basura y los cadáveres que bajan por sus aguas. Todas las imágenes del Taj Majal están recortadas porque si tuviéramos una panorámica de su imponente arquitectura veríamos que está rodeada de mendigos, basura y el olor a podredumbre que todo lo invade pero que en una foto no sale. 

29 de julio de 2022

Acuario lee las noticias

Mi lado acuariano leyendo el diario: Massa asume como superministro de bla bla bla, que el dólar, inflación, déficit, la guerra, Rusia, Ucrania, Covid-19 y... ¡ops! acá hay una nota sobre ovnis, a ver... click.
"¿Estamos solos? La pregunta se vuelve casi amarga cuando se le hace a un hombre que lleva toda la vida persiguiendo extraterrestres sin éxito, en parte porque emplea el método de Sherlock Holmes a fin de no engañarse. Asegura que la probabilidad de que haya vida inteligente en el universo es muy alta, que Carl Sagan calculaba que solo la Vía Láctea podría albergar millones de civilizaciones, de que hay estudios recientes que hablan de 5.000 exoplanetas con posibilidades… Pero luego añade que el gran problema es que el exoplaneta más cercano de todos ellos se encuentra a muchos años luz de la Tierra y que la velocidad de la luz no se puede rebasar. Y concluye: Puede haber extraterrestres, pero no pueden llegar hasta aquí."

El pueblo Nube

Dicen los Hopi que los continentes, las islas, todo lo que está en la tierra se conecta a través del agua porque se conecta a través del océano.
Y si miramos hacia arriba, en la sexta dirección, nos encontramos con el mar cósmico: el hogar donde reside el pueblo nube. Cuando nuestro cuerpo físico muere el líquido dentro del cuerpo se evapora y asciende hacia el cielo. Allí se reúne con el pueblo nube. Entonces descansamos y volvemos en forma de lluvia o nieve trayendo agua para toda la naturaleza. Vivificamos ríos, lagos, arroyos, acuíferos. Estamos en nuestro viaje a casa, hacia el mar. Pero cuando llegamos al mar volvemos a las nubes y el ciclo se repite.
Es un ciclo eterno el de agua porque el agua es un elemento indestructible. Es un espíritu vivo que nos conecta con el Gran Espíritu. De modo que somos parte de este enorme sistema hidráulico. Por eso, dicen los Hopi, el agua es sagrada.